A cualquiera que compre un billete de avión en Vueling o Ryanair le asalta la misma duda: “¿Por qué he de pagar más por la maleta de mano? ¿No lo prohibió Consumo?”. El ministerio confirmó a finales del año pasado una multa de 179 millones de euros a Vueling, Ryanair, EasyJet, Norwegian y Volotea por cobrar por el equipaje de mano y otras prácticas que considera abusivas. Pero estas low cost han evitado por ahora la sanción y persisten en su política tarifaria mientras el asunto se dirime en los juzgados.
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Con todo, la cruzada iniciada por Consumo ha calado entre los viajeros y cada vez son más los que se revuelven contra el cobro de la maleta. Las quejas contra las aerolíneas ya ocupan el segundo puesto en las denuncias que recibe la asociación de consumidores Facua, cuando antes se situaban en cuarto lugar, mientras que la Agència Catalana del Consum (ACC) también está recibiendo reclamaciones al respecto.
Desde el 2024 y hasta el 2 de abril de este año, el organismo catalán ha registrado 287 reclamaciones por el cobro de la maleta de mano. Vueling y Ryanair concentran el 86% de estas, según la ACC. Ahora bien, el porcentaje de resolución en estos casos se sitúa por debajo del 15%, ya que ninguna aerolínea está adherida al sistema arbitral de consumo ni acepta resolver estas reclamaciones por la vía de la mediación. “Las compañías aéreas consideran que tienen derecho a cobrar la maleta y no quieren entrar en estos procesos”, señala Isidor García, director de la ACC.
El organismo actúa sobre todo en el caso de vuelos nacionales, porque es aquí donde existe doctrina –indica García– para exigir a las aerolíneas que no cobren por subir el equipaje a la cabina. Este año la ACC ya ha resuelto tres expedientes por reclamaciones a aerolíneas por un valor conjunto de 287.000 euros y tiene otros tres abiertos pendientes de resolución.
La Agència Catalana del Consum ha impuesto tres sanciones por 287.000 euros este año
Todo ello, en medio de una intensa batalla judicial entre las compañías y el Ministerio de Consumo que vivirá pronto un capítulo de máxima relevancia. El juez ha de decidir si ite las medidas cautelares solicitadas por las aerolíneas, y el veredicto llegará a mediados de este año, señalan fuentes del sector. Así lo espera también IAG, la matriz de Vueling, tal y como recoge en su informe financiero del 2024, publicado el mes pasado.
Lo que ocurra entonces puede marcar un punto de inflexión en la industria. Las compañías sancionadas por el ministerio de Pablo Bustinduy han pedido medidas cautelares a la Audiencia Nacional para suspender la sanción hasta que se dicte una sentencia firme, comenta Javier Gándara, presidente de la asociación de compañías aéreas ALA además de director general de EasyJet para el sur de Europa. De esta manera, mientras se resuelve la petición, pueden seguir cobrando por llevar la maleta en cabina.
“El quid de la cuestión son las medidas cautelares de suspensión de la ejecución” de la multa, señala Jai Nanwani, presidente de la sección de derecho aeronáutico y del espacio del Col·legi de l’Advocacia de Barcelona.
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Consumo, en manos de Pablo Bustinduy, ha hecho de la cruzada contra el cobro la maleta de mano su medida estrella. De su lado, tiene a las asociaciones de consumidores. No solo a la incombustible Facua, sino también a otras 44 organizaciones de 31 países, según el ministerio. La Fiscalía de la Audiencia Nacional informó hace unos días de que se persona en los procedimientos contra las aerolíneas, aunque es posible que la causa pase al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Por su parte, las compañías han activado toda su maquinaria legal y lobbística para intentar frenar la multa. Consideran que tienen las de ganar en este pulso. Fruto de esta confianza es el hecho de que IAG no haya registrado provisión alguna en sus cuentas para hacer frente a una multa que en su caso alcanzaría los 39 millones de euros. Ryanair, por su parte, se llevaría el mayor golpe, con una sanción de 107 millones.
Quedan pocas semanas, pues, para que los juzgados decidan el resultado del primer asalto en la batalla de la maleta. Mientras, viajar con equipaje de mano en cualquiera de estas compañías resulta, como se ve en el gráfico adjunto, más caro que hacerlo sin ella.
