Musk tiene pérdidas millonarias, pero Trump también sale malparado

Terremoto político en Washington

El valor de empresa de Tesla tuvo una caída de 152.000 millones de dólares por la pelea con el presidente de EE.UU.

(FILES) This still image taken from a SpaceX livestream video shows

El Tesla Roadster, con un maniquí, lanzado al espacio en el 2018

HO / AFP

El cruce de insultos y acusaciones entre Donald Trump, el hombre más poderoso del mundo, y Elon Musk, el hombre más rico del mundo, tiene un coste económico. Para los negocios de los dos.

La supuesta conversación para arreglar el asunto que debía celebrarse ayer, y que el presidente estadounidense descartó, propició que las acciones de Tesla, la única empresa Musk que cotiza en el mercado bursátil, tuvieran un rebote al alza. Pero lejos de recuperar los 152.000 millones de dólares de la valoración de mercado de la compañía de vehículos eléctricos, después de perder un 14,3% en la bolsa.

Esa caída en los títulos le costó personalmente a Musk, según los analistas, unos 20.000 millones de su fortuna personal, cosa que en absoluto hace peligrar su trono.

Al presidente, Trump Media & Technology Group, también su única cotizada, el choque le originó un declive del 8%, lo que significa un agujero en el valor de la sociedad de 202 millones de dólares. Pero el mayor golpe se lo llevó el 10% de contracción en su negocio de su criptomoneda (Trumpcoin). Esto puede costarle potencialmente 900 millones.

El caso Tesla presenta números mucho más elevados y con muchos más perjuicios para los inversores. “Elon no está funcionando en beneficios de sus accionistas”, afirmó Ross Gerber, uno de los inversores en la empresa de coches eléctricos.

Los problemas para Musk no se acaban ahí, puesto que es uno de los grandes recaudadores de fondos federales para el impulso de sus negocios. Estas dotaciones económicas, que recibe de la istración por Tesla y sobre todo por SpaceX y su colaboración con la NASA, nunca estuvieron en el punto de mira de su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Pero ahora Trump amenaza con cortarle los subsidios y contratos a esas empresas en represalia.

En una confrontación marcada por las rabietas del uno y del otro, en una pelea de niños que dejan en mal lugar a Estados Unidos, Musk replicó que desmantelaría la astronave Dragon de SpaceX y que, por tanto, la NASA se quedaría sin la plataforma que le permite hacer los viajes a la Estación Espacial Internacional y que es la piedra angular en el desarrollo del programa espacial.

“A la vista del pronunciamiento del presidente sobre la cancelación de mis contratos con el Gobierno, la Dragon será retirada de inmediato”, comunicó en su red X.

Musk se replanteó la situación ayer y aseguró que se le había pasado en parte el calentón, se había tranquilizado y dio un paso atrás, por lo que continuaría su labor con la agencia espacial. “No vamos a desmantelar a la nave Dragon”, rectificó. Hubo un en X que le afeó que esta situación de decir y rectificar al poco era lamentable. “¿Podéis mantener algo un par de días?”, subrayó ese .

A lo que Musk respondió: “buen consejo”. El cambio de opinión del empresario fue acogido esta vez con alivio en la comunidad aeroespacial. Se quiera o no, la NASA depende en su funcionamiento operacional de los servicios que le presta SpaceX. Sin la Dragon, el Gobierno Trump pondrá en riesgo el proyecto de volver a poner un hombre en la Luna.

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